Craig Mazin vuelve con la segunda temporada de The Last of Us y con solo un episodio deja claras sus intenciones
Dos años hemos tenido que esperar para poder ver la segunda temporada de The Last of Us, la serie postapocalíptica creada por Craig Mazin y Neil Druckmann que adapta la historia del videojuego homónimo lanzado en 2013 por la compañía Naughty Dogs.
En su primera entrega, conocimos el origen del Cordyceps. Un hongo que, mutación mediante, reduce la sociedad a cenizas siendo capaz de contagiar a los humanos y controlarlos por zombificación. También fuimos testigos del comienzo de la relación de Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsay) y de su periplo por los Estados Unidos para acercar a la joven, aparentemente inmune al hongo, al laboratorio en el que desarrollarán una cura con su sangre.
Envejeciendo juntos
Aunque solo hemos podido ver el primer episodio, ya podemos sacar muchas cosas en claro sobre el camino que tomará esta temporada. Craig Mazin vuelve a tomar los mandos de la producción escribiendo los siete capítulos que conforman esta segunda entrega y ejerce como director en el primero (Druckman participa como coguionista en los dos últimos y dirige el sexto).
Mazin retoma la acción justo donde finalizó la primera temporada con un prólogo previo a los títulos de crédito (que siguen siendo, por cierto, una delicia), pero rápidamente nos ubica cinco años después de la misma en Jackson, Wyoming. Ellie ha crecido y a sus 19 años parece algo irritada con el papel de padre sobreprotector que Joel está ejerciendo. Y no es para menos después de todo por lo que pasaron durante el inicio de la serie. Aquí radica uno de los primeros aciertos, pues volveremos a ahondar en las capas dramáticas de la relación entre Joel y su hija adoptiva que tan bien se desarrollaron en la temporada inicial.
Por si la tensión entre una adolescente con las hormonas revolucionadas y su padre putativo fuese poco, Mazin introduce nuevos personajes que elevarán la trama como Dina (Isabela Merced), que será el interés romántico de Ellie o Abby Anderson (Kaitlyn Dever), cuyo intento venganza por los hechos acaecidos al final de la primera entrega no cesará. Aunque si hay un personaje que me ha ganado con los pocos minutos que aparece en pantalla es el de Catherine O’Hara. Reina de la comedia, la actriz aparece para romper el hielo pero sin perder la seriedad que la serie requiere ejerciendo de terapeuta para Joel.
Nuevos peligros, viejos enemigos
Quizá las pocas críticas negativas que tuvo The Last of Us (2023) fue la falta de ritmo y acción en ciertos momentos por parte de una parte del público que esperaban ver cómo Pedro Pascal se las veía con cientos de chasqueadores al más puro estilo Andrew Lincoln en The Walking Dead. Pero, si la serie de MAX es mejor que la interminable emisión de la serie de la AMC es, precisamente, por eso.
Aún así, esta segunda entrega promete ser mucho más frenética que la anterior. Siempre (y esto Mazin lo deja claro), guardando la esencia que elevó la primera temporada al olimpo de las producciones postapocalípticas. El primer capítulo ya es una declaración de intenciones: lo principal es el desarrollo de los personajes, pero también hay cabida para grandes secuencias de acción como la que Ellie acontece en los bajos de un supermercado en la que es testigo de que una nueva amenaza se les viene encima.
Cuidado. En todo
Todavía es pronto, al menos para mí, para sacar conclusiones. Lo que sí sé es que Craig Mazin ha vuelto a denotar un tremendo manierismo en lo que al diseño de producción respecta. Perfeccionista y cuidadoso, las imágenes que plasma en pantalla son un regalo para la vista y encajan a la perfección con el resto de elementos de la producción.
Habrá que esperar hasta finales de mayo para dictar sentencia, pero por el momento puedo asegurar que la segunda temporada de The Last of Us pretende seguir los pasos que llevaron a su antecesora a ser un éxito tanto para crítica como para público. Además, esta entrega cuenta con Jeffrey Wright, que repite el papel que interpretó en el videojuego allá en 2020… ¿qué más queréis?
Que ganas de verla!!