‘A Real Pain’: Lo que escuece cura

La segunda película de Jesse Eisenberg como director se disfraza de road movie para hablar abiertamente del dolor

Jesse Eisenberg pertenece a esa colección de actores que han dado el salto de la interpretación a la dirección y, con su segunda película, ha demostrado tener una gran habilidad a la hora de construir relatos. En A Real Pain, dos primos —el mismo Eisenberg y un Kieran Culkin que no duda en robar todo el protagonismo— viajan a Polonia para conocer las raíces de su abuela recién fallecida. Un desgarrador relato sobre el dolor camuflado con toques de humor propio de la comedia negra.

And the winner is…

Seamos claros: lo mejor de la película, dejando de lado la inteligencia de Eisenberg como escritor, es la interpretación de Culkin. El bueno de Kieran soporta el peso dramático prácticamente durante toda la película siendo el encargado de equilibrar comedia y drama en todo momento. Y eso dice mucho, su capacidad para hacer reír y a la vez emocionar es sinónimo de gran intérprete. A los hechos me remito: hace poco más de diez días el actor de Succession se alzó con el Globo de Oro a la mejor interpretación secundaria, hecho que lo lleva automáticamente a estar en la carrera por el Oscar.

Claro que su personaje está muy bien construido y eso es, sin duda, un acierto por parte de Eisenberg. El cineasta destaca como narrador más que por sus dotes interpretativas, en las cuales pasa a segundo plano siendo, totalmente, eclipsado por su compañero. Porque sí, a pesar de que el actor de La red social (2010) está considerado como el protagonista de la película, es Culkin el verdadero héroe (con solo tres minutos menos en pantalla).

Kieran Culkin y Jesse Eisenberg en A Real Pain | Searchlight
Kieran Culkin y Jesse Eisenberg en A Real Pain | Searchlight

A Real Pain

Debajo de la coraza cómica de Benji (Culkin) existe un fuerte sentimiento alrededor del que gira toda una historia escondida bajo el velo de una road movie. A Real Pain habla abiertamente del dolor, pero lo hace con la sutileza propia de un mago que no enseña sus cartas. Benji se somete a un viaje catártico en el que intenta sanar sus heridas a través de los encuentros y vivencias con los compañeros que encuentra a su paso. La empatía es inevitable, ¿quién no haría todo lo que está en su mano para hacer que la gente que te importa no pase por lo mismo que tú? Benji se encarga de demostrar que, por muy profundo que sea el pozo, siempre existe una luz que llena lo suficiente como para seguir hacia delante.

A Real Pain es, quizá, el viaje del propio Eisenberg a sus raíces. El cineasta, de ascendencia asquenazí, ubica la historia en Polonia y utiliza unos escenarios para nada convencionales de la sátira. Pero lo hace con la maestría de quien lleva años detrás de las cámaras. Aunque a veces denote una falta de sello autoral, invita a formar parte de un viaje de ida y vuelta que concluye con un final redondo en el que nos demuestra que lo que escuece cura.

Alejandro Sanjuán
Alejandro Sanjuán

Como crítico y periodista cultural dedico mis días a transmitir mi pasión por el cine a otras personas. De alguna forma el séptimo arte siempre ha estado presente en mi rutina, sin embargo, desde que Billy Wilder se cruzó en mi camino con su 'Con faldas y a lo Loco' supe que mi carrera debía enfocarse en el mundo del cine. Estudié Comunicación Audiovisual, un máster en Crítica Cinematográfica y otro en Periodismo Cultural. Desde entonces he trabajado para compartir y divulgar todo acerca del cine.

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