Bong Joon-ho regresa a Hollywood con Mickey 17, una odisea galáctica en la que Robert Pattinson se erige como piedra angular
¿Y si no hay lugar para ti en la Tierra? ¿Y si te ofrecieran la posibilidad de “reimprimirte” después de morir? ¿Y si pudieses ser prescindible? Con estas tres preguntas se resume a la perfección el punto de partida de Mickey 17, la nueva película de Bong Joon-ho. El tercer largometraje americano del director de Parásitos se postula como una distopía satírico-intergaláctica protagonizada por un Robert Pattinson elevado a la enésima —a la 17, concretamente— que demuestra, una vez más, que dejó de ser un actor encasillado hace mucho tiempo.
Bong Joon-ho pasó a la historia en 2020 gracias a Parásitos. Su film, ganador de cuatro premios Oscar, fue el primero —y único— en alzarse con la estatuilla a mejor película y a mejor película de habla no inglesa. Tras su éxito, el director decidió meterse de lleno con la adaptación de la novela de Edward Ashton Mickey 7 (sí, diez menos), esta vez, de vuelta en Hollywood, hecho que se deja ver en el largometraje.
De autor a director de estudio… y viceversa
Mickey 17 está más cerca de ser un blockbuster que una obra autoral, asemejándose más a Okja que a Memories of murders, aunque no pierde de vista la visión del director. De hecho, si la tuviésemos que asemejar a otra de sus historias, esa sería, sin duda, The Host. El cineasta surcoreano demostró en 2006 que era capaz de realizar un blockbuster autoral y en Mickey 17 se reafirma gracias a la manera en la que crea a sus personajes y a la temática de la película.
Joon-ho retoma la crítica social, usada en otros de sus films, para satirizar a los líderes que nos gobiernan. Lo hace a través de la figura del líder de la expedición Kenneth Marshall, un ridiculizado Mark Ruffalo que bien podría ser la criatura resultante de un cruce de Elon Musk y Donald Trump siendo el parecido, con este último, innegable.

Reinventándose de nuevo
Es una suerte poder contar con la presencia de Pattinson en el elenco, pues su interpretación(es) engrandece la película por momentos. De nuevo, el actor demuestra la capacidad que tiene para cambiar de registro no solo entre películas, sino también dentro de la misma. Cada versión de Mickey es diferente a la anterior y el actor de The Batman apoya ese cambio llevando al límite tanto su voz como su cuerpo, rozando casi la sobreactuación. Pattinson encaja perfectamente en la lista de actores overplayed, podríamos decir que es el Nicolas Cage del siglo XXI.
Pattinson, junto con el personaje de Toni Collette —precisa a la hora de soltar muchos de los tantos gags cómicos— quien sostiene la película, logrando dotar de dinamismo una historia que en momentos se estanca sobre sí misma. Y es ese el principal problema del film, que no sabe muy bien hacia dónde se dirige una vez que el director pone en contexto la historia de Mickey.

La realidad es que Mickey 17 no es la mejor película de Bong Joon-ho. Aunque es cierto que la historia es divertida y atrapa desde el inicio va de más a menos. La comedia, a veces excesiva, acapara toda la atención sin dejar que la trama se desarrolle con mucha más fluidez. Aún así, es la opción perfecta para sentarse y disfrutar de una idea fresca y original. Un blockbuster que sirve como alternativa al final de una temporada de premios en la que el cine independiente ha sido el gran protagonista.