El director de «orquesta», Conan O’Brien, salió de Demi Moore en un intento divertido de simular La Sustancia
La 97ª edición de los Premios Oscar será recordada por más de una razón. Una noche llena de contrastes, emociones a flor de piel y, como siempre, grandes sorpresas. Entre ellas, la victoria de Mikey Madison como Mejor Actriz por Anora resalta especialmente. Nadie lo esperaba, pero la joven actriz se llevó el galardón, dejando atrás a una veterana como Demi Moore. Moore, quien con su película La Sustancia había expuesto el trato de Hollywood hacia las actrices mayores, vio cómo sus esfuerzos por cambiar esa narrativa se desmoronaban en el mismo escenario. Se vio superada por una nueva ola que, si bien es vibrante, también lleva consigo una sombra de reflexión. La Sustancia no solo es una crítica feroz a la superficialidad y la juventud en el cine, sino también un llamado de atención sobre el poder de las historias de mujeres como Moore. De manera irónica, la ganadora fue una actriz joven, quien, en su primer papel relevante, arrasó con el premio.
El eco de La Sustancia y la victoria de Mikey Madison
Sin embargo, a pesar de la validez y el peso de ese discurso, en la noche de los Oscars, fue Mikey Madison quien se llevó la estatuilla. La joven actriz, con su interpretación en Anora, una historia vibrante y profunda sobre sacrificios y nuevas oportunidades, rompió todas las expectativas. Y aunque Madison merece el reconocimiento por su increíble talento, no se puede evitar pensar en la ironía de que el mismo sistema que Moore denuncia en La Sustancia siguió adelante sin ceder espacio a la veterana. En el escenario, Mikey Madison recogió el premio, pero en el fondo, el eco de La Sustancia no dejó de resonar: Hollywood continúa privilegiando la juventud.
“Gracias por hacerme cantar en español”
Podría decirse que Zoe Saldaña es la única protagonista de Emilia Pérez. Tanto la actriz como la canción que interpreta —El Mal—, han sido los únicos galardones que ha conseguido la película francesa, que partía con 13 nominaciones. Las palabras de Zoe Saldaña al recoger su premio a Mejor Actriz de Reparto, son una clara referencia al director Jacques Audiar, quien, en un polémico comentario, había dicho que el español es «un idioma para pobres». Saldaña continuó: “Yo soy la orgullosa hija de padres inmigrantes. Soy la primera americana con origen dominicano que acepta este premio”. Un mensaje de orgullo, unidad y un llamado a no ignorar la riqueza cultural que la diversidad aporta a la industria del cine. Además, sus palabras, lejos de dirigirse a su compañera de reparto Karla Sofía Gascón —quien ha estado en el foco de la polémica en los últimos meses debido a unos antiguos tweets de carácter racista—, parecen ser una clara referencia a Trump en una semana en la que el mandatario estadounidense ha declarado el inglés como el idioma oficial de EEUU, brindando un poderoso mensaje sobre la riqueza cultural que la diversidad aporta a la industria del cine.
Adrien Brody, 22 años después: Un flashback para la historia
Otro de los momentos más conmovedores fue la victoria de Adrien Brody como Mejor Actor Protagonista por The Brutalist. 22 años después de su histórica victoria por El Pianista (2002), Brody regresó al escenario del Dolby Theatre, esta vez interpretando al arquitecto húngaro László Tóth. Un personaje complejo que vive marcado por su pasado en un campo de concentración, lo que le otorga una densidad emocional única. En su discurso, Brody reflexionó sobre los horrores del pasado y su relación con el presente: “Si el pasado puede enseñarnos algo es que el odio no pase sin respuesta”.
Su regreso también ha estado marcado por una imagen llena de simbolismo: 22 años después de que él le diera un beso a Halle Berry en su primer Oscar, ella fue quien lo saludó en la alfombra roja, mostrando el cariño y la camaradería que ambos comparten.
Brasil está de fiesta
La noche también fue histórica para Brasil, que finalmente consiguió su primer Oscar en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa con Ainda Estou Aqui (Aún Estoy Aquí) —quién ya se llevó el Goya a Mejor Película iberoamericana—. Dirigida por Walter Salles, la película narra la lucha de una mujer por conseguir justicia por la desaparición de su esposo durante la dictadura brasileña.
En su emotivo discurso, el director dedicó el premio a la heroína real del filme, Eunice Paiva y a las dos mujeres que la encarnan: “este premio va a las dos mujeres extraordinarias que dieron vida a Eunice Paiva”.
Letonia hace historia con Flow
Otra historia de superación y logros llegó con la victoria de Flow, una animación letona dirigida por Gints Zibalodis, que se alzó con el Oscar a Mejor Película de Animación. Zibalodis, quien siempre ha trabajado de manera independiente, expresó su orgullo por este logro, destacando que Flow es un claro ejemplo de la importancia de la colaboración y la unidad entre cineastas independientes: «Los cineastas independientes en todo el mundo tenemos que poner nuestras diferencias a un lado».
La película, sin necesidad de usar la palabra, ha logrado cautivar a la audiencia con su emotiva historia y su impresionante estilo visual, marcando un hito en la historia del cine de animación.
Análisis tremendamente meditado de ahí sale su fabulosa ejecución, enhorabuena!!